Irán ha confirmado la ejecución en la horca de uno de sus científicos nucleares, Shahram Amirí, acusado de espiar para Estados Unidos.
Irán ha confirmado la ejecución en la horca de uno de sus científicos nucleares, Shahram Amirí, acusado de espiar para Estados Unidos. Acaba así esta rocambolesca historia que comenzó hace más de cinco años cuando Amirí desapareció durante una peregrinación a la Meca, supuestamente secuestrado por la CIA. Cuando regresó a Irán fue recibido como un héroe e incluso condecorado. Sin embargo, esta situación no duró mucho y pronto fue encarcelado en Irán por espionaje.
Las autoridades judiciales iraníes no han dejado lugar a dudas sobre la razón por la que ha sido ejecutado. “Esta persona, que tenía acceso a los secretos del país y a información clasificada, se puso en contacto con nuestro enemigo número uno, el gran Satán, Estados Unidos, al que proporcionó información vital y secreta”, declaró el portavoz Gholamhosein Mohsení Ejeí.
Esta es la última de una serie de muertes de científicos del programa atómico iraní. Entre 2010 y 2012, al menos tres destacados investigadores murieron en atentados nunca esclarecidos.