En Siria, el Gobierno y los rebeldes han llegado a un acuerdo para reparar la planta que suministra el agua a Damasco.
En Siria, el Gobierno y los rebeldes han llegado a un acuerdo para reparar la planta que suministra el agua a Damasco. La instalación, que se abastece del agua del río Barada, no funcionaba desde finales de diciembre. Se encuentra en la región de Wadi Barada y suministra agua al 70% de los habitantes de la capital siria y sus alrededores.
El Gobierno sirio acusa a los rebeldes de “haber contaminado con fuel y aceite de motores” las reservas de agua. Los insurgentes lo niegan y aseguuran que la planta fue destruida por los bombardeos del régimen.
Tras la toma de Alepo, las fuerzas de Al Asad y la milicia chií libanesa Hizbulá llevan a cabo una ofensiva en la zona para echar a los rebeldes y retomar el control de las principales fuentes de abastecimiento de agua de la capital.