Alrededor de 100.
Alrededor de 100.000 personas han dejado en solo tres semanas los barrios del oeste de Mosul huyendo de los combates, según cifras ofrecidas por el Ministerio iraquí de migraciones. La ONU está levantando campamentos para poder acoger a decenas de miles de nuevos desplazados.
Los testimonios de la gente que llega a estos campamentos hablan de miedo, de hambre, de huidas desesperadas y de una guerra en la que las explosiones y los tiros de los francotiradores no discriminan a sus víctimas por edad ni sexo.
“Catorce o quince personas estaban intentando huir del barrio de Al Mansur entre los disparos de los francotiradores. A ellos no les importaba si eran mujeres o niños. La gente corría en zigzag para intentar evitar los disparos”, relata un hombre.
“Le dieron ayuda humanitaria al tendero y le dijeron que la distribuyera. Toda la gente empezó a acercarse, pero tan pronto como abrió la puerta, la tienda explotó”, cuenta otro vecino de Wadi Hajar.
Las fuerzas iraquíes aseguran haber recuperado casi la mitad del oeste de Mosul, así como el aeropuerto y la sede del Gobierno regional, pero tras intensos enfrentamientos con los yihadistas del grupo Estado Islámico que oponen una férrea resistencia.