De poco sirvió el churrasco que pagó el presidente Michel Temer a los embajadores de países importadores de carne brasileña este domingo.
De poco sirvió el churrasco que pagó el presidente Michel Temer a los embajadores de países importadores de carne brasileña este domingo.
China, Chile y Corea del Sur ya han anunciado la suspensión temporal de sus importaciones tras el escándalo de la carne adulterada que sacude Brasil desde el viernes.
La Unión Europea, por su parte, ha pedido a los Estados miembros que aumenten el control de la carne brasileña que ya se encuentra en sus mercados.
“La Comisión garantizará que todos los establecimientos implicados en este fraude suspendan todas sus exportaciones con destino a la Unión Europea”, aseguró este lunes Enrico Brivio, portavoz del Ejecutivo comunitario.
Brasil, el mayor exportador del mundo de carne bovina y de pollo, fue escenario el pasado viernes de una enorme operación policial que desarticuló una mafia que adulteraba carne para poder vender productos vencidos o de consumo no recomendado.
Temer aseguró este fin de semana que solo una veintena de empresas de las más de 4 000 que forman parte del sector están bajo sospecha.
El mayor temor del gobierno brasileño son, de hecho, las sanciones que algunos países podrían imporner a las carnes brasileñas, en un momento en que la economía del país da signos de recuperarse tras dos años de recesión.