PUBLICIDADLiu Xiaobo era escritor y profesor universitario. Pero se dio a conocer al mundo gracias a su activismo en defensa de los derechos humanos.
Una lucha que le hizo merecedor del premio Nobel de la Paz. Aunque en Oslo su silla permaneció vacía porque las autoridades le prohibieron viajar. El galardón le fue otorgado por “su larga y pacífica lucha a favor de los derechos fundamentales en China”.
Se inició en el activismo político durante la revuelta de Tiananmen en 1989. Logró negociar la evacuación de la plaza, poco antes de que entraran los tanques, aunque muchos estudiantes prefirieron quedarse. Su liderazgo durante esta protesta le valió su primera pena de cárcel
Otro momento clave de su disidencia fue la redacción de la Carta 08, un manifiesto que vio la luz en 2008 y que pedía reformas democráticas para el país. Esta vez fue condenado a once años de cárcel, por publicar escritos críticos con el Partido Comunista y por “incitar a la subversión”.
Recientemente dejó la cárcel para recibir tratamiento en el hospital, donde volvió a ver a su esposa que ha vivido los últimos años bajo arresto domiciliario. Es allí donde ha muerto después de que las autoridades le negaran, una última vez, la autorización para dejar el país.
Este jueves se ha ido un hombre que logró el respeto internacional, que irritó a las autoridades chinas, pero que seguía siendo un gran desconocido para muchos de sus conciudadanos.