Por Euronews
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La masacre de Nils Höguel fue todavía mayor.
Tras casi tres años de investigaciones, la policía alemana ha llegado a la conclusión de que el exenfermero pudo haber matado a 84 personas más de las que se le imputaban hasta el momento. La cifra podría ser superior ya que hay posibles víctimas que han sido incineradas.
Entre 2000 y 2005, Höguel inyectó a pacientes de dos clínicas germanas con sustancias para provocar fallos cardiacos y circulatorios con el fin de reanimarles y obtener el aplauso de sus compañeros.
Actualmente está condenado a cadena perpetua por dos muertes y otros delitos relacionados, pero en el primer juicio él mismo admitió estar detrás de 30 fallecimientos.
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