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La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) quiere saber que ocurrió para que se desatara la matanza del pasado viernes en la República Democrática del Congo. El organismo ha pedido una investigación, mientras la cifra de muertos se ha elevado al menos a 36 y la de heridos supera los 120. La violencia estalló en Kamanyola, al sudeste del país, cuando refugiados de la vecina Burundi pedían la liberación de cuatro compañeros acusados de fabricar armas que iban a ser deportados.
“La situación era deplorable al ver que mataban como animales a nuestros compatriotas. El Gobierno no está diciendo nada. ¿Cómo explicarlo?. Nos amenazaron con matarnos en caso de que no volviéramos a Burundi. Debe hacerse justicia”, explica uno de los presentes durante el suceso.
Según el ministerio de Interior, las fuerzas armadas solo querían disparar al aire, pero se vieron desbordadas. Los primeros indicios recopilados por la ONU apuntan a que la muerte de un soldado desató la ira de sus compañeros. Más de 40.000 burundeses han tenido que huir a la RDC después de que el presidente de su país, PIerre Nkurunziza, anunciara en abril de 2015 que se presentaría a un tercer mandato.