El presidente peruano podría tener las horas contadas al frente del país.
El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski está en la cuerda floja. Este jueves 21 de diciembre el Congreso del Perú va a estudiar el proceso de destitución parlamentaria emprendido contra Kuczynski por presuntamente haber ocultado vínculos con la constructora brasileña Odebrecht, que está en el centro de vasta una red de corrupción en Latinoamérica.
Para intentar paralizar el proceso, dos abogados presentaron este lunes una demanda de amparo ante el Poder Judicial. En su demanda, los abogados alegaron la vulneración de diversos derechos fundamentales por la celeridad con la que el Congreso pretende realizar este procedimiento de carácter extraordinario.
Mientras tanto, el presidente de disculpó ante la opinión pública, amparándose en su ignorancia, llegando a afirmar que nunca supo de la existencia de los contratos que lo vinculan con Odebrecht.
La moción para destituir a Kuczynski se acoge a la "incapacidad moral permanente", al considerar que "faltó a la verdad" cuando en repetidas ocasiones negó haber tenido relación con Odebrecht, protagonista del mayor escándalo de corrupción de Latinoamérica.
La oposición parlamentaria, encabezada por el fujimorismo, cuenta en principio con los votos necesarios en el Congreso para destituir a Kuczynski, que sería entonces sustituido por su vicepresidente, Martín Vizcarra.