Al menos 80 muertos desde el inicio de la operación 'Ramo de Olivo' sobre la ciudad siria de Afrín
PUBLICIDADTurquía abre un nuevo frente en su intento de derrotar a las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas de la localidad siria de Afrín. Son ya ochenta los muertos según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos desde que el pasado sábado Ankara iniciara la operación 'Ramo de Olivo', agravando la guerra civil que desangra al país vecino desde hace siete años. Tras su ofensiva en tres puntos del norte del enclave, el Ejército ha iniciado un ataque hacia el este avanzando desde la ciudad de Azaz.
Las YPG han respondido lanzando un misil el lunes sobre Turquía y son ya catorce, según la agencia Anadolu de este último país, desde el inicio de las hostilidades, aunque sin causar bajas. La oposición de aliados en la OTAN como Estados Unidos, que ha instado al Gobierno de Recep Tayip Erdogan, a "contenerse y limitar sus operaciones", no han hecho dar marcha atrás al presidente.
"Afrín será sitiada. No habrá ningún paso atrás en Afrín. Hemos hablado esto con nuestros amigos rusos y hay un acuerdo", ha asegurado Erdogan.
Jawidan Hasan, representante del Gobierno regional del Kurdistán iraquí, también reprobó la ofensiva abierta considerándola "una guerra contra la humanidad" en la que "Erdogan quiere doblegar a las Unidades de Protección Popular que han luchado contra los terroristas del grupo Estado Islámico en nombre del mundo entero".
Los kurdos ya han dejado entrever que rechazarán la invitación de Moscú para acudir al congreso de Sochi que tratará la paz en Siria y que se celebra a finales de mes. Alemania y Francia han expresado también su preocupación por las acciones de Turquía.