Nueva vuelta de tuerca en la crisis diplomática entre Londres y Moscú

De mal en peor. La crisis entre Londres y Moscú a raíz del ataque que sufrió en suelo británico el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia se agrava días tras día. Acusado por el Reino Unido de estar detrás de lo ocurrido, algo que niega con vehemencia, el Gobierno ruso ha elevado de 23 a más de 50 el número de miembros y empleados de las legaciones diplomáticas británicas que quiere expulsar del país. Además exige una explicación oficial al incidente sufrido el viernes un avión de pasajeros ruso en Heathrow.
"Se presentaron como representantes del gobierno británico y dijeron que tenían derecho a hacer lo que quisieran. A inspeccionar el avión desde dentro y por fuera, las bodegas de carga, los compartimentos de equipaje, cualquier cosa", explicaba el piloto de la compañía Aeroflot.
Moscú ordenó las expulsiones como respuesta simétrica a la decisión adoptada por Londres y por 23 países aliados, mayoría europeos, de expulsar a diplomáticos rusos de sus territorios. En total, más de un centenar de personas tendrán que abandonar el país.