El presidente de la Comisión Europea afirma que "no es una masacre" y que el objetivo es remodelarla para favorecer a las pequeñas explotaciones agrícolas.
La Política Agrícola Común va a ser una de las partidas perjudicadas del próximo presupuesto europeo.
Según la propuesta de la Comisión, sufrirá un recorte del 5 por ciento.
En una comparecencia ante el parlamento valón, Jean-Claude Juncker ha justificado la medida aludiendo a las nuevas prioridades comunitarias. Para el presidente de la Comisión está lejos de ser una hecatombe.
"Los pagos directos se reducirán un 3,8 por ciento. No estamos ante una masacre", ha dicho Juncker. "Estamos remodelando la Política Agrícola Común, y esta remodelación ha sido diseñada para dejar de apoyar a las fábricas agrícolas y orientar los créditos europeos hacia las pequeñas explotaciones agrícolas".
Francia y España han decidido hacer frente común para minimizar los daños y mantener un nivel de apoyo aceptable para el sector agrícola.
Pero los recortes parecen invevitables, ya que la agricultura va a tener que ceder espacio a las nuevas prioridades de la Unión: inmigración y seguridad.
Las negociaciones no han hecho más que empezary los más optimistas hablan de al menos un año de trabajo.