El presidente hace campaña en la ex república yugoslava tras la prohibición de otros países europeos
Recep Tayip Erdogan pisa suelo europeo. Tras el veto de países como Alemania, Holanda o Austria, el presidente turco busca en Bosnia el voto de los expatriados para las elecciones anticipadas del 24 de junio. Allí ha sido recibido por el líder del partido nacionalista serbomusulmán (SDA), Bakir Izetbegovic, quien codirige el país junto a un serbio y un croata por imposición constitucional.
Pero son muchos los que ven en la presencia de Erdogan una intención de extender la influencia de Ankara y creen que "viene porque quiere ascender políticamente en su partido y en su país y no por nosotros". Algunos bosnios consideran que hay muy malas opiniones de Erdogan y restan importancia a la presencia del mandatario.
Unos tres millones de personas conforman la diáspora turca en el Viejo Continente y está previsto que 15.000 participen en el mitin de Erdogan. Ankara ha potenciado su presencia en los países de los Balcanes con población musulmana, que también incluyen a Albania o Kosovo.
"Desde el punto de vista bosnio, la carta turca es tremendamente importante y en este sentido supongo que va a proporcionar un empuje adicional para el SDA e Izetbegovic y quizás para la candidatura de su esposa a la presidencia", sostiene el analista político Adnan Huskic.
Erdogan además ha confirmado los rumores sobre un atentado planeado contra él en su visita a Bosnia-Herzegovina detectado por los servicios secretos turcos.