Pekín sitúa el impuesto en el tipo reducido del 15%, un gesto en el intento de evitar una guerra comercial con Estados Unidos
Los gigantes del automóvil están de enhorabuena en China porque Pekín va a reducir los aranceles a la importación de vehículos.
La medida, que entrará en vigor en julio, supone una rebaja de diez puntos hasta situar el impuesto en un tipo reducido del 15%. Todo gracias a la tregua entre chinos y estadounidenses que tratan de evitar una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Las acciones de los grandes fabricantes como Daimler o Toyota, sin olvidar a Tata Motors o a Tesla celebraron la noticia con satisfacción en los mercados.
No sólo se van a beneficiar los automóviles, también las piezas de recambio importadas tendrán un arancel reducido del 6%.
En los últimos meses, China ha rebajado los impuestos a la importación de 200 categorías de productos.