El Santander "desconectará" a sus empleados
Millones de personas en todo el mundo se sienten obligadas a contestar las llamadas del trabajo o atender el correo de la empresa durante su tiempo libre. Las prácticas abusivas de algunas compañías pusieron encima de la mesa sindical el debate sobre el derecho a la desconexión, que Francia plasmó en forma de Ley en 2017. En España, apenas ha cuajado el ejemplo. Sin embargo, el Banco Santander ha alcanzado un preacuerdo con los sindicatos para reconocer este derecho y proteger así el respeto del tiempo libre de sus empleados así como su vida personal y familiar.
Este movimiento del Santander se circunscribe en la estrategia para retener el talento diseñada por Ana Botín tras ponerse al frente de la compañía en 2014 y que persigue cambiar la cultura empresarial para hacer del Santander uno de los tres mejores bancos para trabajar del mundo. Si el preacuerdo se concreta, se aplicará también a las plantillas del Banco Popular y Pastor, entidades que desaparecerán como marca en los próximos doce meses y pasarán a integrarse plenamente en el Santander.