Irán, Rusia y Turquía fracasan en su cumbre sobre Siria

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Por Oscar Valero
Irán, Rusia y Turquía fracasan en su cumbre sobre Siria

La cumbre entre Irán, Turquía y Rusia en Teherán no cambia nada en la situación de la guerra en Siria. Los tres países han conseguido salvar una declaración común descafeinada en la que dicen que "no puede haber solución militar en Siria sino diplomática", pero nada más.

Irán, que junto con Rusia han ayudado a tener la guerra casi ganada al régimen de Bachar Al Assad, seguía culpando a Estados Unidos del conflicto. "La presencia ilegal y la intervención de Estados Unidos en Siria, que ha llevado a una continuación de la inestabilidad, debe terminar inmediatamente", decía Hassan Rohaní.

Mientras, las declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, auguraban la más que posible ofensiva final sobre el último gran bastión rebelde, Idlib.

"La tarea más relevante en este momento es desplazar a las milicias de la provincia de Idlib, ya que su presencia es una amenaza directa a la seguridad de los ciudadanos sirios y los residentes de toda la región", declaraba Putin.

Turquía ha intentado conseguir un alto el fuego en Idlib, pero no para evitar una crisis humanitaria, como advierten las Naciones Unidas, sino para parar el flujo de refugiados.

"En Turquía, ahora mismo estamos acogiendo a tres millones y medio (de refugiados). La población de Idlib es de tres millones y medio. Turquía no tiene recursos para acoger a otros tres millones y medio de personas. Tenemos que tomar una decisión conjunta para prevenir la emigración desde este área", remarcaba Erdogan.

Los habitantes de Idlib, muchos de ellos mujeres y niños, están atrapados entre una frontera turca que permanece cerrada a cal y canto y la más que inminente intervención de las tropas sirias apoyadas por las fuerzas rusas.

Desde la ONU temen que siete años de guerra civil puedan concluir con un enésimo baño de sangre.