Suecia: la ultraderecha se convierte en tercera fuerza y árbitro político

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Por Euronews
Suecia: la ultraderecha se convierte en tercera fuerza y árbitro político
Derechos de autor  REUTERS/Ints Kalnins

Suecia se asoma a un incierto futuro. Las elecciones han dejado casi empatados a los dos grandes bloques políticos, pero, sobre todo, han supuesto un ascenso histórico del partido ultraderechista Demócratas de Suecia, que refuerza su papel de árbitro como tercera fuerza.

Los socialdemócratas, que han ganado todos los comicios desde hace un siglo, no podían ocultar su disgusto el domingo por la noche tras obtener sus peores resultados, por mucho que hayan sido menos catastróficos de lo que los sondeos vaticinaban

"Por supuesto que estoy decepcionado -dijo el primer ministro en funciones Stefan Lofven-. Decepcionado por el hecho de que un partido con raíces en el nazismo haya ganado tanto poder en nuestra época".

TT News Agency/Claudio Bresciani/vía REUTERS
Primer ministro sueco, Stefan Löften, y líder socialdemócrataTT News Agency/Claudio Bresciani/vía REUTERS

Con su discurso xenófobo, los **Demócratas de Suecia han obtenido el **15,76% de los votos. Su líder, Jimmie Akesson, ha invitado al jefe de la oposición conservadora, Ulf Kristersson, a iniciar conversaciones para formar gobierno.

"Está claro que la estrategia de los otros partidos consiste en tratar de excluirnos. Yo invito a Ulf Kristersson a decidir conmigo cómo gobernar este país de ahora en adelante", dijo Akesson en su primer discurso tras conocerse los resultados.

Los socialdemócratas sigue siendo la primera fuerza política con algo menos del 28 % de los votos. Sin embargo, el bloque gubernamental de izquierdas empata prácticamente en número de votos y apoyos con la Alianza conservadora. 

Panorama incierto y difíciles negociaciones para formar gobierno en perspectiva

En estas condiciones, la formación de gobierno será complicada. Los conservadores quieren encabezar una futura coalición. La cuestión es si buscarán el consenso con la izquierda o bien tenderán la mano a la ultraderecha.

En cualquier caso, Suecia parece haber roto con su histórica fidelidad a los postulados socialdemócratas