Maldivas vota por el cambio. El opositor Ibrahim Mohamed Solih ha sido proclamado presidente tras su victoria en las urnas frente al actual mandatario, Abdula Yameen, acusado de reprimir a la oposición y amordazar a los medios de comunicación.
La población del archipiélago de Maldivas ha apostado por un cambio de rumbo político. El opositor Ibrahim Mohamed Solih, candidato Partido Democrático Maldivo, se ha impuesto en las urnas con algo más de 134.000 votos, el 58,3 % del total, al actual presidente Abdula Yameen, que aspiraba a la reelección.
La victoria de Solih es especialmente relevante porque se ha producido en un ambiente político enrarecido, marcado por la represión de la disidencia y la mordaza impuesta por el anterior gobierno a los medios de comunicación.
"Este es un momento de felicidad, un momento de esperanza, un momento histórico. Quiero pedir al presidente Yameen que respete la voluntad de la gente y que inicie de inmediato una transición de poder sin problemas de acuerdo con la constitución y la ley", pidió Solih, en su primera intervención ante la prensa.
De hecho, se temía la reacción del presidente saliente, pero al final Yameen ha reconocido la victoria de su rival.
Estas han sido las terceras elecciones democrática en Maldivas, después de tres décadas de dictadura de Maummod Abdul Gayoom.
El anterior Gobierno de Yameen estuvo marcado por el encarcelamiento de opositores, las acusaciones de corrupción y las crisis políticas, que desembocaron en dos estados de excepción. Fustigado por la Unión Europea, Estados Unidos y la India, Yameen se aproximó políticamente de China.
El nuevo presidente electo, Mohamed Solih, promete cambios profundos en este archipiélago del océano Índico, habitado por más de 430.000 personas. Entre otras cosas, quiere aumentar los sueldos del personal médico, los profesores y funcionarios, así como poner en marcha un sistema universitario gratuito.