El Reino Unido y la Unión Europea siguen sin llegar a un acuerdo a falta de seis meses para la fecha de la salida. La frontera entre las dos Irlandas, el punto crucial.
PUBLICIDADEste fin de semana quedarán seis meses para que el Reino Unido abandone la Unión Europea. Tras 45 años de pertenencia, el Reino Unido llevará a cabo el Brexit. Pero todavía no está claro cuál será la relación entre ambos lados después del 29 de marzo de 2019.
Las cuestiones aduanera y ciudadana
La primera ministra Theresa May sigue enrocada en su plan Chequers para el Brexit, a pesar de la impopularidad que este genera en los partidarios de una salida dura, y en los otros 27 países de la Unión que aseguran que estos planes simplemente no funcionarán. Lo que la primera ministra pide es un acuerdo aduanero rentable.
El Reino Unido abandonaría el mercado único y la unión aduanera, pero manteniendo una estrecha alineación reglamentaria, May espera que se pueda comerciar con la mayor libertad posible. Eso también permitiría a Londres cerrar nuevos acuerdos comerciales con otros países de todo el mundo.
La primera ministra también ha dejado claro que los ciudadanos de la UE que viven aquí podrán quedarse, incluso en caso de que no haya acuerdo. Pero los futuros ciudadanos procedentes de la Unión no tendrán preferencia en sus solicitudes, y el Reino Unido buscará ante todo una inmigración altamente cualificada.
La cuestión de las dos Irlandas
El conflicto principal ahora mismo es la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, la única existente entre el Reino Unido y la Unión Europea. Ambas partes han dejado claro que no quieren ninguna frontera física allí, pero si Londres abandona finalmente la unión aduanera, será necesario realizar controles.
Por el momento no está claro cómo funcionaría esto, pero Downing Street tiene bien claro que no permitirá que se coloque una aduana en el mar de Irlanda, ya que consideran que eso llevaría a la desintegración del Reino Unido.
Vincent McAviney, euronews, Londres.