El Brexit despierta todos los fantasmas en Irlanda del Norte

Este paisaje bucólico entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda es el gran caballo de batalla del acuerdo del Brexit.
Una encrucijada de carreteras y caminos milenarios, la única frontera terrestre entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE).
Si el acuerdo se va al traste, volverían los puestos fronterizos. La llamada "frontera dura" que los granjeros como John Sheridan no quieren.
"El 55% de nuestro cordero va al sur para ser procesado. El 35% de nuestra leche va al sur para su procesamiento, sería un completo desastre. Una ruina para nuestro negocio y para el futuro de nuestra familia y también de nuestros hijos", explica Sheridan.
De las viejas fronteras apenas quedan unas casetas destartaladas. Pensar en un Brexit sin acuerdo produce escalofríos, como en los tiempos de la violencia terrorista.
"Si se pone una infraestructura físca, la gente puede protestar pero podría haber algún ataque, Dios no lo quiera, pero el demonio se despierta muy rápido. Esperemos que nunca suceda. No serán a la misma escala, pero seguro que veremos ataques esporádicos", explica Damian McGenity, vecino de la zona.
Durante décadas estas tierras fueron un campo de batala y la memoria descansa en sus cunetas.
¿Cree realmente que van a volver otra vez, a mandarnos? Yo diría, volvamos a la guerra", señala una vecina.
Un temor real para la mayoría de habitantes de las zonas transfronterizas.
"Si tenemos una frontera dura en Irlanda del Norte sería la desesperación, el fin de Irlanda del Norte". "La vida es bella y vivimos en paz", comenta otra mujer.
De entrada, el Reino Unido quiere evitar una "frontera dura" pero la idea de mantener el país dentro de la unión aduanera genera una gran controversia.
Bill Neely, euronews NBC:
En apenas 100 días el Reino Unido abandonará la Unión Europea, el mayor cambio en su estatus en medio siglo. Una amenaza para la paz y la prosperidad aquí en Irlanda del Norte. No quieren abandonar la Unión Europea pero serán obligados.