La joven saudí refugiada en Canadá rompe su silencio y denuncia la represión de su familia y de su pa´ís.
Rahaf Mohammed Al-Qunun sale de su silencio. Tras haber recibido protección por parte del ACNUR, la joven saudí refugiada en Canadá explicó en una entrevista a la cadena pública candiense por qué decidió huir de su país.
Rahaf Mohammed Al-Qunun:
"Al principio me encerraron durante seis meses porque me corté el pelo, y eso, está prohibido. El pelo corto es visto como algo masculino y en el Islam está prohibido parecerse más a un hombre que a una mujer. Pero sobre todo decidí irme por la violencia a la que estaba expuesta por parte de mi madre y mi hermano."
Rahaf llegó a Toronto tras haber intentado huir a Tailandia, donde se encerró en una habitación de hotel durante varios días para evitar su deportación.
"A nosotras, las mujeres saudíes, se nos trata como esclavas. No podemos tomar nuestras propias decisiones para casarnos, estudiar, o trabajar"
Otras actividades tan básicas como sacar un pasaporte o abrir una cuenta bancaria también requieren la aprobación de una figura masculina en la monarquía absoluta de Arabia Saudí, cuyo régimen está fuertemente influenciado por el Islam.