Usar un generador. Esa es la única forma que tienen un grupo de artistas para encender el Teatro Nacional de Albania. Lo ocupan para evitar que las autoridades lo derriben. El Gobierno pretende derribar esta construcción de 1939 y construir uno junto a varios bloques de edificios.
Usar un generador. Esa es la única forma que tienen un grupo de artistas para encender el Teatro Nacional de Albania. Lo ocupan para evitar que las autoridades lo derriben. El Gobierno pretende derribar esta construcción de 1939 y construir uno junto a varios bloques de edificios propiedad de inversores privados.
"No hubo consulta pública, no quieren saber qué opinan los artistas y la gente. Esto se ha convertido en una lucha para proteger y preservar la democracia de este país y para decir basta a la alianza entre las empresas y los políticos corruptos”, señala el director de teatro Kastriot Çipi.
Empezaron a ocupar el teatro en julio. Entonces las autoridades llegaron para quitar algunas cosas del interior y empezaron a producirse los primeros enfrentamientos.
Desde entonces actores voluntarios realizan cada semana 3 representaciones para recaudar dinero.
"Respondemos a su violencia con nuestro arte y ese es el mensaje más importante que el teatro puede dar a los políticos", apunta Taulanda Jupi, profesora en la universidad de Tirana.
Las autoridades aseguran que el teatro está mal acondicionado y que gran parte de la comunidad artística de Albania está a favor de la construcción de un nuevo espacio.
"La gente que ocupa este teatro asegura que se trata no sólo de proteger el edificio sino también su historia. Este fue el primer lugar donde se realizaron juicios después de que Albania fuera liberada del régimen nazi en 1945”, señala el enviado de Euronews Jack Parrock.
Acusan al primer ministro albanés de adjudicar el proyecto de reconstrucción sin un proceso transparente y aseguran que otros terrenos públicos se darán a una empresa privada para construir las torres y serán los ciudadanos los que pierdan sus derechos.
El primer ministro lo niega y asegura que se limita a seguir las obligaciones que tiene Albania por sus acuerdos con la UE. "Todo el proceso ha sido revisado y aprobado por la Comisión Europea con la condición de que hubiera un concurso y hubo concurso. El resto es… ya sabe”
Las posiciones están fijadas en ambas partes pero, en algún momento, el telón caerá y se decidirá el destino del Teatro Nacional de Albania.