Venezuela teme perder su último glaciar, el de La Corona, en pico Humbold. Pero varios científicos han decidido trabajar al margen de la situación política y económica del país para concentrarse en estudiar y monitorizar el deterioro de este paisaje.
Venezuela teme perder su último glaciar, el de La Corona, en el pico Humbolt. Pero varios científicos han decidido trabajar al margen de la situación política y económica del país para concentrarse en estudiar y monitorizar el deterioro de este paisaje. Las regiones altas de la cordillera, aseguran, deben protegerse con especial atención.
"Las temperaturas se están calentando, la vegetación está colonizando lentamente, entonces se está dando una carrera entre el calentamiento global y la capacidad de la vegetación para colonizar zonas altas de la cordillera de Mérida tienen que ser prioridad número uno en cuanto a la conservación", explica Luis Daniel Lambí, ecologista del Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas de la Universidad de los Andes.
De desaparecer La Corona, Venezuela se convertiría en el primer país de Sudamérica en perder un glaciar. Se cree que podría desaparecer en décadas. Sin embargo, la investigación no vive al margen de la terrible situación del país, y los medios con los que cuentan los científicos para llevar a cabo su trabajo dejan mucho que desear. "La facultad de ciencias es como el fantasma de lo que era, cualquier día que uno va para la facultad se encuentra con un escenario donde no hay luz, no hay gas para los laboratorios”, lamenta Alejandra Melfo, profesora de física en la Universidad de los Andes.
Quizá lo más difícil ha sido ver cómo muchos de sus colegas abandonaban en país y dejaban atrás el proyecto, escapando de la complicada situación de Venezuela.