Tras ser declarada en 2015 "persona no humana", la orangutana dejará su actual hogar en Buenos Aires para vivir en un entorno adecuado con otros simios.
Se llama Sandra, tiene 33 años y es probablemente la orangutana más famosa del mundo. Y es que Sandra es una persona. Así lo decidió en 2015 la justicia argentina, después de que una asociación por los derechos de los animales denunciara las intolerables condiciones de vida del animal.
La jueza Elena Liberatori, en una sentencia histórica, acabaría reconociendo a la primate como "sujeto de derecho". Sandra pasaba a ser "persona no humana".
Ahora, sus tutores legales la llevan desde Buenos Aires a Florida, donde pasará el resto de su vida en una reserva para grandes simios. Llegar hasta aqui no ha sido fácil, como recuerdan sus cuidadores:
"Creo que todo el equipo está muy contento", reconoce Guillermo Wiemeyer, del Eco-parque de Buenos Aires. "El proceso ha sido muy largo pero nos quedamos con sensaciones muy positivas. Sabemos que estamos haciendo algo que es bueno para el animal".
En el centro para grandes primates esperan otros 20 orangutanes, y los expertos coinciden en que es el mejor destino posible para Sandra, ya que al haber nacido en cautividad no sobreviviría en plena naturaleza. Tras un largo y cuidadoso viaje, Sandra conseguirá lo que ansían la mayoría de las personas: ser un poco más libre.