El príncipe Enrique atravesó un campo de minas parcialmente despejado en Angola el viernes, 22 años después de que su madre Diana, la princesa de Gales, hiciera lo mismo.
El príncipe Enrique atravesó un campo de minas parcialmente despejado en Angola el viernes, 22 años después de que su madre Diana, la princesa de Gales, hiciera lo mismo.
El duque de Sussex vistió un chaleco antibalas durante la caminata, cerca de la ciudad de Dirico, en el sudeste del país. El objetivo era para poner de relieve la amenaza que representan las minas antipersona.
También desencadenó una explosión controlada para destruir una mina terrestre.
Diana protagonizó titulares en todo el mundo cuando dio un paseo similar en 1997, el mismo año en que murió en un accidente automovilístico en París.
Enrique fue llevado al lugar por la misma organización benéfica, Halo Trust.
"Quiero aprovechar la oportunidad para destacar y agradecer al gobierno angoleño cuya visión y liderazgo han dado como resultado el compromiso de 60 millones de dólares para este esfuerzo", dijo el príncipe.
"Las minas terrestres son una cicatriz de guerra sin curar. Al limpiar las minas terrestres podemos ayudar a esta comunidad a encontrar la paz, y con la paz viene la oportunidad".
El príncipe, que se encuentra en una gira de 10 días por África con su esposa Meghan, observó al personal de la organización benéfica despejar las municiones para que la tierra pueda volver a tener un uso productivo.
Pidió un esfuerzo internacional para limpiar las minas antipersona de la cuenca del Okavango en las tierras altas de Angola, donde las armas permanecen después del final de la guerra civil del país.
El conflicto, entre 1975 y 2002, ha dejado a Angola como uno de los lugares con más minas del mundo.