Los negocios locales del enclave brasileño se están viniendo abajo como consecuencia de la llegada de petróleo a la costa. Hasta ahora, nadie sabe quién es el responsable.
PUBLICIDADPlaya Paraíso ha dejado de ser merecedora de tal nombre. El enclave, situado en el estado de Suape, en el noreste de Brasil, se ha visto salpicado por un misterioso vertido de petróleo detectado hace semanas. La biodiversidad ha sido la que más ha sentido el golpe. Una tierra que antes estaba llena de vida, ahora está teñida de negro. No queda ni rastro ni de pequeñas plantas. "El bioma de la tierra y el mar está aquí, así que esto es un desastre. Este petróleo no puede permanecer en nuestras vidas", denuncia un guía turístico local.
La gente que vive aquí pasa horas y horas del día tratando de limpiar el vertido que está llegando a la costa. El pescado y el marisco eran su vida, pero hoy en día, ni siquiera la comida está garantizada. Como consecuencia de los problemas en el mar y el efecto en la fauna. la economía local se ha resentido. Una pescadera que solo tiene producto congelado anuncia que pronto tendrá que cerrar su tienda.
El vertido ha afectado a más de dos kilómetros de costa. Leonardo Puntel, comandante de operaciones navales, sostiene que los niveles de petróleo en las playas están cayendo de forma considerable. Mientras, el Gobierno ha notificado a once países este delito medioambiental. Hasta ahora, se desconoce quienes son los responsables.