El Tribunal Supremo ha declarado nulos los comicios presidenciales del pasado mes de septiembre a los que no se pudo presentar un candidato de la oposición que denunció haber sido envenenado
Los manifestantes han obtenido parte de sus reivindicaciones en la autoproclamada república separatista georgiana de Abjasia. El tribunal supremo ha declarado nulos los comicios presidenciales del pasado mes de septiembre a los que no se pudo presentar un candidato de la oposición que denunció haber sido envenenado.
Una anulación de los comicios, que rechaza el presidente electo Raúl Jadzhimba, quien se niega a dimitir como le piden el Parlemento y los manifestantes a quienes acusa de "golpe de Estado".
Las nuevas presidenciales deberían celebrarse en un plazo de dos a tres meses en este territorio separatista que cuenta con el apoyo de Rusia.
El jueves cientos de manifestantes ocuparon la sede de la Presidencia, apoderándose de armas que allí tenían almacenadas los miembros del servicio de seguridad. Los concentrados exigían la renuncia del Jefe del Estado, Raúl Jadzhimba; una renuncia que también le pidió el Parlamento abjasio este viernes.
El Ejército abjasio ya ha advertido de que no intervendrán contra la población civil. El ministerio ruso de Exteriores considera que se trata de un asunto interno y ha hecho un llamamiento a la calma para evitar un derramamiento de sangre.
El presidente Jadzhimba, que también ha hecho un llamamiento a la calma, no descarta declarar el estado de emergencia en Sujum, la capital de este territorio que primero fue una una república autónoma dentro del estado de Georgia tras la desintegración de la Unión Soviética y que en julio de 1992 declaró unilateralmente su idependencia, lo que llevó a un enfrentamiento entre las tropas georgianas y los paramilitares ruso-abjasios hasta que se estableció un alto el fuego en 1994.
Una tregua rota en 2006 con la entrada de tropas de Georgia que impusieron su dominio sobre la zona de la alta Abjasia. Pero en 2008, aprovechando la cruenta incursión miltar del Gobierno georgiano de Saakashkivili en Osetia del Sur, Rusia intervino expulsando a las tropas georgianas de Osetia del Sur y de Abjasia, y reconociendo al mismo tiempo la independencia de ambos territorios.