Beirut volvió a ser escenario de violentos enfrentamientos entre policía y manifestantes, los cuales claman contra la grave crisis económica que sacude el país, actualmente sin Gobierno.
Nueva explosión de violencia en las calles de Beirut. Las protestas antigubernamentales que estos días sacuden la capital del Líbano volvieron a desembocar este viernes en graves enfrentamientos entre policía y manifestantes.
Los alrededores del Parlamento volvieron a ser el escenario principal de los choques, con lanzamientos de piedras y petardos por parte de los más radicales, contrarrestados con cañones de agua y gases lacrimógenos por parte de los agentes.
Cruz Roja Libanesa habla de al menos 30 hospitalizados y otras 45 personas atendidas en plena calle. El saldo de una manifestación que llevaba por nombre "no pagaremos el precio", en referencia a la gran deuda a la que hace frente el país, 78.000 millones de euros que representan casi el 150% de su PIB y con su moneda desplomada.
La grave crisis económica ha traído consigo una protesta ciudadana que dura ya tres mesescontra la élite política que ha gobernado el Líbano desde el final de la guerra civil de 1975-1990. Los manifestantes culpan a los políticos por la mala gestión de un país que ha acumulado uno de los mayores índices de endeudamiento del mundo.
Para colmo, el Líbano se encuentra actualmente sin Gobierno tras la dimisión en octubre del primer ministro Saad Hariri. Se esperaba que el primer ministro designado, Hassan Diab, anunciara un gabinete de 18 miembros este viernes, pero las constantes diferencias entre las distintas facciones políticas lo hicieron nuevamente imposible.