Tras la tregua obligada impuesta por la pandemia, centenares de libaneses han vuelto a salir a las calles de la capital para protestar contra la corrupción y contra la inacción del Gobierno para frenar la debacle económica.
En el Líbano, vuelven a la calle los manifestantes antigubernamentales. Es la primera marcha desde el cierre del país, por la pandemia, a mediados de marzo.
Varios centenares de personas marcharon por el centro de Beirut para denunciar la impotencia del Ejecutivo ante la debacle económica. Hubo enfrentamientos entre partidarios y detractores de la milicia chií Hizbulá y choques entre manifestantes y policías, que respondieron con gases lacrimógenos al lanzamiento de piedras. También se produjeron saqueos. Medio centenar de personas resultaron heridas.
El 45% de la población, bajo el umbral de la pobreza
Hubo eslóganes contra la corrupción y a favor de medidas que mejoren la vida de los libaneses.
El paro alcanza al 35% de la población activa y más del 45% de los libaneses viven bajo el umbral de la pobreza.
Protestas desde octubre
El movimiento de protesta surgió en octubre. La presión de la calle logró un nuevo Ejecutivo a principios de año, que a finales de abril adoptó un plan de reactivación económica y empezó a negociar ayudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).