Silvia, profesora en Padua: "Si me para la policía debo enseñar un certificado"

Apenas se ve movimiento en las calles de Italia. El Gobierno ha impedido a la gente salir de casa en todo el país salvo por emergencias o motivos laborales justificados ante la expansión del coronavirus.
Silvia Bacca es profesora en un colegio concertado de Padua y nos cuenta que han tenido que cambiar todas sus costumbres por el aislamiento.
"Por ejemplo, si yo ahora tengo que ir a trabajar y la policía me para, tengo que enseñar un certificado donde explico por qué estoy viajando. Prácticamente yo ahora estoy trabajando desde casa, desde mi habitación, y mi cole utiliza una plataforma para hacer clase a distancia. Mis alumnos pueden verme, hablar conmigo y hacer preguntas, y podemos hacer los ejercicios juntos".
La gente se enfrenta a multas desde 200 euros e incluso a la cárcel si no tiene un motivo justificado para salir de casa.
"Lo que hacemos es ir al supermercado más cercano. Aquí al norte estamos acostumbrados, pero en el sur la gente todavía no se ha acostumbrado y hay colas infinitas en los supermercados. Nosostros más o menos lo hacemos hace una semana, entonces no es tan extraño. Pero nos han quitado parte de la libertad", asegura Silvia.
Al cierre de escuelas, teatros e iglesias le siguen ahora las tiendas. Silvia nos cuenta que están empezando a cerrarlas todas y solo los supermercados estarán abiertos.
Las medidas extraordinarias estarán vigentes hasta el 3 de abril.