Las Islas Baleares, Córcega, la Gran Barrera de Coral...esta familia franco-portuguesa pradójicamente no ha parado de viajar desde que no puede salir de su casa.
Como las escuelas y los jardines de infancia están cerrados en toda Europa debido a las medidas para prevenir el contagio de coronavirus, muchos padres se han visto obligados a quedarse con sus hijos en casa mientras intentan al mismo tiempo teletrabajar.
Puede resultar una experiencia estresante, no sólo para los padres, sino también para los niños, que a menudo se sienten confundidos por las nuevas rutinas y echan en falta a sus amigos de la escuela.
Pero una familia ha encontrado una forma de viajar desde su casa, convirtiendo una idea divertida en un interesante proyecto fotográfico y álbum de fotos.
El periodista y editor del equipo portugués de Euronews Rodrigo Barbosa y su pareja Mathilde Monges están creando nuevas aventuras de viaje para entretener a sus hijos, Salomé de 6 años y Pablo de 3.
Todo comenzó con la petición de los niños de vestirse como si tuvieran que ir a la piscina.
"Nos pareció inmediatamente divertido", dice Rodrigo. Mathilde tomó una foto de la escena con su teléfono, y así nació la idea de cómo matar el tiempo en la cuarentena.
Al día siguiente los niños querían seguir jugando y Mathilde decidió montar una escena tomada de una guía de Córcega. La familia había planeado ir allí de vacaciones, pero tuvo que cancelar el viaje debido a la pandemia.
Rodrigo publicó las primeras fotos de sus viajes imaginarios en Instagram. Los comentarios positivos de los amigos les animaron a seguir adelante, recreando diferentes escenas y destinos cada día.
A los dos niños les encanta este tipo de nuevas aventuras y siguen proponiendo destinos para añadir a la lista, que cada día es más larga.
Salomé disfruta posando para las fotos. Su hermano menor Pablo también lo hace, aunque su capacidad de atención y concentración no duran mucho, así que los padres necesitan tener las cosas preparadas de antemano, para poder darle rápidamente algunas instrucciones y capturar el momento, antes de que su atención se dirija a otra cosa.
Pero no se trata sólo de la foto. Los niños disfrutan ayudando a crear las escenas y les encanta jugar con ellas después, concediendo a sus padres algo de tiempo libre.