La enfermedad prospera en entornos carcelarios y la liberación de espacio en las prisiones permitiría el distanciamiento entre presos y dificultaría el contagio.
Los ministros de Justicia de varios países europeos autorizan la excarcelación anticipada de prisioneros para tratar de frenar la propagación del coronavirus. La enfermedad prospera en entornos carcelarios y la liberación de espacio en las prisiones permitiría el distanciamiento entre presos y dificultaría el contagio.
"Resulta muy difícil guardar las distancias en una prisión porque es un lugar con alta densidad de población en el que hay espacios pequeños, celdas muy cercanas unas de otras.... Es un área muy limitada. Se pueden cumplir las pautas de distanciamiento social pero habría que restringir mucho el régimen penitenciario", declara Mark Fairhurst, presidente del Sindicato Nacional de Funcionarios de Prisiones del Reino Unido.
El Gobierno británico pretende excarcelar a 4 000 presos antes de tiempo. Pero los sindicatos señalan que no se hace con la suficiente premura.
"Esperamos que el proceso se agilice y que podamos sacar a los presos pronto porque no han sido muchos los presos excarcelados desde que se hizo el anuncio gubernamental. De momento, apenas han quedado libres unas cuantas docenas de personas. Hay que tratar este asunto", añade Mark Fairhurst.
La lentitud del proceso de excarcelación ha sido reconocida por la ministra de Justicia, que ha asegurado que pronto aumentará el número de presos que quedan en libertad.
"En relación con las medidas establecidas para sacar de las cárceles a algunos presos, un puesta en libertad anticipada, excarcelamos a cuatro personas la semana pasada. Y esta semana, planeamos dejar libres a un número significativo de presos. En los últimos días, hemos llevado a cabo las comprobaciones necesarias para asegurarnos de que, las personas que van a quedar en libertad, de forma anticipada, no suponen un riesgo para la sociedad", señala Lucy Frazer, ministra de Justicia del Reino Unido.
En la Unión Europea no existe una política explícita para reducir la población carcelaria. Cada Estado miembro de la UE ha decidido tomar sus propias medidas. Francia, Alemania y Grecia han puesto 'manos a la obra' para permitir la excarcelación anticipada y se espera que más países lo hagan para ayudar a que se respete la distancia de seguridad entre los encarcelados.