Beirut se estremece tras elevarse una gran columna de humo negro sobre las ruinas del puerto, donde este jueves se ha declarado un misterioso incendio en un almacén en el que había aceite y neumáticos. Los bomberos han acudido inmediatamente a la zona y las autoridades libanesas han abierto una inve
Beirut se estremece tras elevarse una gran columna de humo negro sobre las ruinas del puerto, donde este jueves se ha declarado un misterioso incendio en un almacén en el que había aceite y neumáticos. Los bomberos han acudido inmediatamente a la zona y las autoridades libanesas han abierto una investigación.
En la memoria de todos está la gigantesca explosión que desfiguró el rostro de la capital del país el pasado cuatro de agosto. Un almacén con casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio saltó por los aires matando a cerca de 200 personas e hiriendo a más de 6.500. Miles de edificios resultaron dañados y más de 200.000 vecinos de la ciudad se quedaron sin hogar. El Gobierno dimitió una semana más tarde en medio de una ola de indignación popular.