En la otra contienda, la del Senado y el Congreso, el partido del candidato Joe Biden, que partía favorito en las encuestas, se queda sin la esperada mayoría en la Cámara Alta estadounidense y reduce la que ya tenía en la Cámara de Representantes
A falta de más de un millón de votos por recontar, los resultados de las elecciones de Estados Unidos no han sido tan buenos para los demócratas como esperaban. Y es que en la otra contienda, la del Senado y el Congreso, el partido del candidato Joe Biden, que partía favorito en las encuestas, se queda sin la esperada mayoría en la Cámara Alta estadounidense y reduce la que ya tenía en la Cámara de Representantes.
Senadores como la republicana Susan Collins, a quienes las encuestas daban por derrotada, mantienen todavía su silla en la Cámara Alta.
En el Senado, dondo están en juego un tercio de los escaños, los demócratas han perdido una silla en favor de los republicanos que mantienen su mayoría desde 2014.
Y en la cámara de representantes los demócratas no solo no logran una holgada mayoría, sino que pierden al menos cinco escaños, mientras los republicanos ganan cerca de seis asientos. El partido azul sigue, eso sí, manteniendo la mayoría.
Parece que el Congreso quede como estaba, profundamente dividido y sirviendo como reflejo de la polarización que vive el país mientras su presindenta, Nancy Pelosi ve peligrar su liderazgo con una mayoría más endeble.
El recuento continúa y tiene en vilo a EE UU en unas elecciones que hacen de Donald Trump algo más que un accidente político y ponen en entredicho la validez de unas encuestas que daban una clara victoria a Biden.