La Justicia estadounidense estrecha el cerco sobre el presidente de Honduras

La Justicia estadounidense estrecha el cerco sobre el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, tras declarar culpable por tráfico de cocaína, posesión de armas y artefactos de destrucción a su presunto socio Geovanny Fuentes Ramírez. Un pequeño grupo de hondureños que se concentró frente al tribunal neoyorquino en el que fue juzgado Fuentes exigía con pancartas la extradición del mandatario.
Aunque el Gobierno de Estados Unidos les considera socios, Hernández niega tener nada que ver con Fuentes ni con las drogas. Nada más hacerse pública la sentencia, emitió un tuit en el que reiteraba que los testimonios de narcotraficantes en Estados Unidos están ensombrecidos por la reducción sin precedentes del 95% que pueden lograr gracias a las delaciones.
Palabras vacías para quienes exigían justicia frente al tribunal neoyorquino:
"Nosotros vemos cada vez como emigra la gente en masas, esos éxodos masivos, y parte de eso es porque la misma violencia que genera el Gobierno, el narcogobierno, obliga a la gente a que emigre. Y es demasiada sangre la que ha corrido en Honduras porque tenemos un narcoestado", afirmaba una manifestante.
El nombre de Juan Orlando Hernández salió a relucir durante el juicio por narcotráfico contra su hermano, Tony Hernández, que fue declarado culpable en 2019, aunque la sentencia no se conocerá hasta la semana que viene. El jefe "arrepentido" de un cartel de la droga aseguró que el hoy presidente de Honduras le ayudó a introducir toneladas de droga en Estados Unidos y que su hermano Tony Hernández ejerció de intermediario. Juan Orlando Hernández siempre lo ha negado.