En algunos países menos estricto que el del año pasado. Pero con restricciones que van desde la limitación de aforo en las mezquitas, toques de queda y prohibiciones de comidas comunitarias para romper el ayuno.
Las comunidades musulmanas de todo el mundo deberán otra vez adaptar su mes sagrado de Ramadán a la pandemia.
Dátiles para romper el ayuno
En Pakistán, los clérigos han pedido a los fieles que respeten las medidas necesarias para evitar contagios, con el país confinado para superar la tercera ola de coronavirus.
Un confinamiento que ha cerrado la mayor parte de mercados y centros comerciales.
Pero los puestos de frutas y verduras se mantienen abiertos, por lo que la gente podrá abastecerse de dátiles, normalmente utilizados para romper el ayuno.
Los vendedores de un mercado de El Cairo, la capital egipcia, creen que las cosas irán ahora un poco mejor que el año pasado, cuando el Ramadán coincidió con el toque de queda.
Entre el lunes y el martes
El Ramadán comienza este lunes en algunos países de América y el martes en la mayor parte del resto del mundo. Su inicio exacto coincide con el momento de la puesta de sol en el que sea visible un hilo de la luna al principio de la fase creciente.
La mayor parte de los países musulmanes se adaptan a la visibilidad de la luna nueva en Arabia Saudí, que marca el comienzo para este martes.
Marruecos ha anunciado que mantendrá el toque de queda nocturno, mientras Túnez lo ha retrasado tres horas, hasta las diez de la noche.
Control de aforo en las mezquitas
Muchos países están limitando el número de visitantes de las mezquitas entre un veinte y un treinta por ciento. El uso de mascarilllas será obigatorio. Con el fin de evitar las reuniones en el exterior de los templos, se prohibirán las tradicionales comidas antes del amanecer y después del atardecer, Suhur e Iftar, en tiendas especiales habitualmente montadas para la ocasión.