La ciudad portuguesa acoge dos días de reuniones presenciales en las que los líderes de la Unión tratarán de acordar un plan de acción social conjunto para los próximos 10 años.
PUBLICIDADArrancó en Oporto, Portugal, la Cumbre Social europea. Dos días de reuniones presenciales en las que los principales líderes de la Unión tratarán de sacar adelante el plan de acción de los derechos civiles propuesto por la Comisión Europea.
El primer ministro portugués Antonio Costa era el encargado de dar la bienvenida a los 24 jefes de Estado y de Gobierno que han viajado a Oporto, en una clara muestra de optimismo ante una amenaza del coronavirus que va disminuyendo en la Unión Europea. La canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, y el de Malta, Robert Abela, son los únicos líderes ausentes de los 27 estados miembros.
Sí están por su parte los representantes de las principales instituciones europeas: Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión. Ambos recibieron de manos de Costa y el alcalde de Oporto, Rui Moreira, las llaves de la ciudad.
En el encuentro de la ciudad lusa participan también tanto los agentes sociales como la propia sociedad civil, todos ellos con objetivos comunes como reducir el desemplo y la pobreza, garantizar la igualdad de oportunidades o impulsar la formación. Retos siempre importantes pero más aún en tiempos de crisis como los actuales.
Para este sábado, segunda y última la jornada de la Cumbre, se espera la aprobación del plan del acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales.