Más de 350 000 personas vivien en una situación de hambruna, como consecuencia del conflicto armado en la región separatista etíope de Tigray
La pandemia del hambre devora la región separatista etíope de Tigray con al menos cuatro millones de personas viviendo en una situación de necesidad extrema, según denuncian los responsables del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
La comida disponible para la ayuda humanitaria apenas alcanza para 1,4 millones de personas, y unas 350 000 sufren hambruna.
"Existen indicios de que estamos en la peor fase, la fase 5, que afecta a 353 000 personas en Tigray. Se espera que la cifra supere las 400 000 en apenas unos meses si no tenemos el acceso necesario para llegar a estas áreas", ha explicado el subdirector de Emergencias del Programa Mundial de Alimentos (WFP), Brian Lander.
Precisamente, la actividad de los grupos armados que bloquean el acceso a las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona dificulta la distribución de alimentos.
Por su parte, el Gobierno etíope niega la existencia de hambruna y responsabiliza a las fuerzas separatistas del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray de la situación.
Hasta la fecha, los intentos por resolver el conflicto han resultado infructuosos, y eldesplazamiento masivo de civiles entre los países de la zona podría desestabilizar a toda la región.