Por Jessica Resnick-Ault y Erwin Seba
28 ago -El huracán Ida se intensificó el sábado sobre las cálidas aguas del Golfo de México y apuntaba a la costa estadounidense, provocando que decenas de miles de personas huyeran de las zonas costeras, mientras que el presidente Joe Biden prometió ayuda para ayudar a los estados a recuperarse rápidamente una vez que haya pasado la tormenta.
Los meteorólogos dijeron que podría tocar tierra el domingo en Estados Unidos como una tormenta de categoría 4 "extremadamente peligrosa" en la escala de cinco niveles de Saffir-Simpson, generando vientos de 225 kilómetros por hora, fuertes precipitaciones y una marejada que podría sumergir gran parte de la costa de Luisiana bajo varios metros de agua.
El sábado por la tarde, Ida estaba a 470 km al sureste de la desembocadura del río Mississippi, con vientos máximos de 155 kph y apuntando a la costa de Louisiana, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
"Tememos una evolución explosiva poco antes de que toque tierra", dijo Jim Foerster, meteorólogo jefe de DTN, que brinda asesoramiento meteorológico a empresas petroleras y de transporte.
Las inundaciones causadas por la marejada ciclónica de Ida -marea alta impulsada por los vientos del huracán- podrían alcanzar entre 3 y 4,5 metros alrededor de la desembocadura del río Mississippi, con niveles más bajos extendiéndose hacia el este a lo largo de las costas adyacentes de Mississippi y Alabama, informó el CNH.
Las autoridades ordenaron evacuaciones generalizadas de áreas bajas y costeras, provocando un éxodo que hizo que las estaciones de gasolina se quedaran sin combustible y se formaran enormes filas de vehículos en las carreteras que salen de la costa.
SE ANTICIPAN APAGONES
Los servicios públicos estaban incorporando personal y equipos adicionales para prepararse para restaurar la electricidad cuando pase la tormenta. Los meteorólogos esperan que el viento deje sin suministro eléctrico a cientos de miles de hogares en el área.
Biden dijo el sábado que 500 trabajadores federales de respuesta a emergencias estaban en Texas y Louisiana para responder a la tormenta.
Los trabajadores humanitarios se han "coordinado estrechamente con las eléctricas para restaurar la energía lo antes posible", dijo Biden en una reunión informativa con funcionarios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, cuyo estado se está recuperando de una crisis de salud pública derivada de una cuarta ola de la pandemia de COVID-19, dijo que los vientos de Ida serán feroces y se extenderán por un área de 483 kilómetros.
" Tenemos una situación muy grave en nuestras manos", declaró el funcionario en una sesión informativa. "Este será uno de los huracanes más fuertes (...) en el estado de Luisiana desde al menos la década de 1850".
El estado no planea evacuar los hospitales que ahora se ven afectados por la afluencia de pacientes con COVID-19, agregó. Se informaron más de 3.400 nuevas infecciones el viernes y unas 2.700 personas están hospitalizadas con el virus.
CORTES DE PRODUCCIÓN DE ENERGÍA
Las compañías de energía estadounidenses redujeron la producción de petróleo en alta mar en un 91% y las refinerías de gasolina estaban recortando las operaciones en sus plantas de Luisiana en el camino de la tormenta. Algunos precios del combustible subieron en previsión de pérdidas de producción.
Phillips 66 cerró su refinería Alliance en la costa de Louisiana, y PBF Energy Inc redujo su procesamiento en Chalmette, Louisiana, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto.
La demanda de gasolina en Luisiana subió un 71% en la semana al viernes, afirmó Patrick DeHaan, jefe de análisis de petróleo de la firma de seguimiento GasBuddy.
Ida, la novena tormenta con nombre y el cuarto huracán de la temporada del Atlántico de 2021, podría superar la fuerza del huracán Laura, la última tormenta de categoría 4 en azotar Luisiana, para cuando toque tierra, dijeron los meteorólogos.
La región fue devastada en agosto de 2005 por el huracán Katrina, que provocó la muerte de más de 1.800 personas.