Los desminadores camboyanos figuran entre los más experimentados del mundo y varios miles han sido enviados en la última década bajo los auspicios de la ONU para trabajar en África y Oriente Medio.
Estados Unidos destinará 675.000 dólares (575.619 euros) a programas de desminado en Camboya, anunció el lunes la Embajada estadounidense. El anuncio busca despejar dudas sobre la continuidad del apoyo tras la reciente congelación de la ayuda exterior. Se estima que entre cuatro y seis millones de minas terrestres y otras municiones sin explotar quedaron esparcidas por la campiña camboyana durante casi tres décadas de conflicto, entre 1970 y 1998.
Desde entonces, los restos de guerra han causado cerca de 20.000 muertes y unas 45.000 personas heridas, a pesar de que Camboya es reconocida internacionalmente por la eficacia de su programa de desminado. Washington ha aportado más de 220 millones de dólares (187 millones de euros) desde 1993 y colabora con la Ayuda Popular Noruega y el Centro Camboyano de Acción contra las Minas, recordó la Embajada.
Heng Ratana, director de este centro, señaló que, tras la congelación anunciada en febrero por el presidente estadounidense Donald Trump, Washington emitió una exención que permite mantener la ayuda programada de 6,36 millones de dólares (5,43 millones de euros) hasta noviembre de 2025.
Explicó que la nueva financiación se destinará a operaciones de desminado desde noviembre hasta abril de 2026. Añadió que confía en que la reciente visita de miembros del Congreso estadounidense y la firma del acuerdo de financiación sirvan para demostrar el compromiso de Washington con la asistencia continuada a estas labores.
Los desminadores camboyanos son considerados de los más experimentados del mundo. En la última década, varios miles han sido desplegados bajo mandato de la ONU en misiones en África y Oriente Medio.
No obstante, la vecina Tailandia ha acusado a Camboya de colocar nuevas minas antipersona a lo largo de su frontera común, en medio de una disputa territorial que derivó en cinco días de enfrentamientos armados a finales de julio. Camboya rechaza rotundamente estas acusaciones.
China, aliada de Camboya y competidora por la influencia en el sudeste asiático, también ha destacado sus propias contribuciones a los programas de desminado en el país. La decisión de la Administración Trump de cerrar a principios de este año la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) generó fuertes críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
Pese a ser el mayor donante de ayuda exterior a nivel mundial, Estados Unidos destina un porcentaje menor de su presupuesto a la cooperación que varios países europeos. Antes de su cierre, la USAID financiaba proyectos en unos 120 países, centrados en la lucha contra epidemias, la educación infantil, el acceso a agua potable y otros ámbitos clave del desarrollo.