Ucrania es actualmente el país más minado del mundo. Los expertos calculan que se tardará 30 años en completar la retirada de minas y artefactos explosivos sin detonar. A día de hoy, hasta un tercio de su territorio es potencialmente peligroso.
Tras más de dos años y medio de invasión a gran escala por parte de Rusia, Ucrania es ahora el país más minado del mundo. Según la Asociación Ucraniana de Desminado Humanitario, el desminado completo del territorio ucraniano podría llevar hasta 30 años. La asociación afirma que más de 156.000 kilómetros cuadrados son potencialmente peligrosos, el equivalente a un tercio del país, toda Grecia o el doble del territorio de República Checa.
"Un día de guerra equivale a 30 días de desminado. En el ejemplo de la ciudad de Irpin, esto es cierto", dijo a 'Euronews' Yakiv Hanul, jefe del Departamento de Pirotecnia de Irpin, en la región de Kiev. No todas las minas y artefactos sin estallar pueden identificarse inmediatamente, añadió, lo que complica aún más cualquier esfuerzo por localizarlos y retirarlos.
"Algunas minas o proyectiles sin explotar se encuentran en zonas privadas. Si no hay señales de que hay algo allí, nadie entra, a menos que los residentes o los propietarios hagan una llamada", explicó Hanul.
"Hay proyectiles que podrían haber entrado en superficies acuáticas: lagos, ríos, pantanos. Esos proyectiles tampoco se detectan inmediatamente. Por eso, probablemente, un día de guerra son 30 días de desminado. Es cierto, y a pesar de todo, parte seguirá en el suelo".
El Banco Mundial calcula que el coste total de la retirada de los artefactos rondará los 34.000 millones de euros, y se necesitarán más de 10.000 expertos para llevar a cabo el trabajo. Por ahora, Ucrania sólo cuenta con unos 3.000 zapadores capaces de manipular minas y artefactos sin estallar.
El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania lleva a cabo programas especiales de formación, incluida la capacitación sobre cómo identificar artefactos explosivos peligrosos. Nataliia Kirkina, capitana de Policía jubilada de Sievierodonetsk, en la región de Lugansk, es una de las participantes en el programa. Se inscribió cuando regresó a Irpin después de que las fuerzas ucranianas expulsaran a los soldados rusos de la región.
"Cuando era niña, mi padre encontró accidentalmente la espoleta de una granada de la Segunda Guerra Mundial. Le explotó en las manos. Sobrevivió de milagro", contó Kirkina a 'Euronews'. "No quería que mis hijos pasaran por lo mismo. Así que dimití de la Policía Nacional y me formé para ser identificadora de artefactos explosivos".
Formar zapadores hoy para hacer más seguro el mañana
Antes de 2022, solo los hombres podían trabajar como operadores de desactivación de artefactos explosivos en Ucrania, pero cuando se fueron al frente, la profesión se abrió a las mujeres, que cada vez se matriculan más en programas de formación en su país y en el extranjero.
Uno de ellos es el de la escuela MAT Kosovo, donde existe un programa especial para mujeres ucranianas. Sir Ben Remfrey, director general de Praedium Consulting Malta y MAT Kosovo, dijo a 'Euronews' que la escuela está negociando con ONU Mujeres un proyecto para formar a muchas más en 2025-2026.
Más de 400 ucranianas ya han recibido formación en las instalaciones de Peja, al oeste de Kosovo. Allí aprenden habilidades únicas, según las Normas Internacionales de Acción contra las Minas, impartidas en su lengua materna. MAT Kosovo tradujo todos sus cursos al ucraniano.
El director gerente de la escuela afirma que no existe un enfoque de formación único. "La formación se centra en el tipo de funciones operativas que tendrán cuando regresen a Ucrania y en cómo llevarían a cabo ellas mismas las operaciones como parte del equipo o dirigiéndolo", explica Remfrey.
"Se han estudiado detenidamente las amenazas que se plantean y la formación se ha adaptado a ellas, así como a la evolución de las amenazas a medida que prosigue la guerra y se van liberando zonas; entonces el tipo de amenaza cambia, desde la eliminación de munición convencional hasta, por ejemplo, la de las trampas explosivas y también la de los artefactos improvisados".
También explicó por qué es importante empezar el desminado lo antes posible: "Los desplazados volverán a sus hogares en cuanto puedan, las personas que trabajaban la tierra querrán volver a trabajarla, quieren vivir en sus antiguos hogares y viajar como antes con seguridad; por eso es necesario desminar la tierra y entregarla a esas comunidades lo antes posible".
Salvar la vida de los zapadores con robots
El desminado suele dividirse en tres tipos: operativo, militar y humanitario. El desminado operativo lo llevan a cabo en caso de emergencia el Servicio Estatal de Emergencias, los zapadores de la Policía y los especialistas del Servicio Estatal de Transportes Especiales.
El desminado militar lo realizan los soldados para despejar el camino y que los militares puedan avanzar durante un conflicto. En este caso, las minas solo se retiran si bloquean rutas estratégicas necesarias para el avance o la retirada de los soldados en la guerra.
El objetivo principal del desminado humanitario es la limpieza planificada del terreno para que los civiles puedan regresar a sus hogares y realizar sus actividades cotidianas sin poner en peligro su vida y su salud. Su meta es restablecer la paz y la seguridad a nivel comunitario.
Y para ayudar a los servicios de emergencia y salvar la vida de los especialistas en artefactos explosivos, Ucrania utiliza cada vez más sistemas robóticos terrestres. UNITED24, la plataforma oficial de recaudación de fondos creada por iniciativa del presidente Volodímir Zelenski, está recaudando fondos para estos sistemas, afirmando que el uso de robots terrestres aumenta significativamente la velocidad de desminado y garantiza la seguridad absoluta del operador de desactivación de explosivos.
"El operador puede situarse a una distancia de hasta 3 kilómetros del zapador, lo que garantiza una seguridad total y la capacidad de desminar hasta 100 metros cuadrados al día, lo que supone 10 veces más que las capacidades de desminado de un zapador", explicó Taras Ostapchuk, desarrollador de drones.
Sin embargo, estos son solo los cálculos para los territorios que ya han sido liberados por las fuerzas ucranianas. Un problema aún mayor será desminar los lugares donde se han librado intensos combates durante mucho tiempo, una vez que se hayan liberado de la presencia de tropas rusas.
"Hay zonas en la región de Donetsk en las que ni nosotros ni el enemigo hemos avanzado desde el comienzo de la guerra a gran escala", dijo Hanul. "Allí, los combates se han prolongado durante casi tres años. Allí hay millones de escombros y municiones sin detonar".