Durante dos semanas los principales líderes mundiales trataran de llevar a buen puerto los compromisos alcanzados sobre la limitación del calentamiento global a 1,5 grados.
Arrancó formalmente, en Glasgow, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021, la COP26. Durante dos semanas, hasta el 12 de noviembre, más de 120 líderes mundiales tratarán de encontrar soluciones a una situación que, según los expertos, es realmente urgente.
"Distinguidos delegados, señoras y señores, es para mí un gran placer declarar abierta la 26ª sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático", decía la chilena Carolina Schmidt, presidenta de la COP25, antes de dar al relevo al británico Alok Sharma, encargado de dirigir la vigesimosexta Conferencia de las Partes.
Más presión que nunca
Los protagonistas de la cita parecen más conscientes que nunca de la presión que existe actualmente sobre ellos para cumplir los objetivos marcados hace seis años en París, sobre los que destaca el de limitar el calentamiento global a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales.
Figuras como la joven activista sueca Greta Thunberg, ya en Glasgow y cansada del "blablabla" de los políticos, o movimientos como Extinction Rebellion, capaces de detener una ciudad como Londres, han disparado la concienciación ciudadana sobre la importancia capital de esta conferencia, definida recientemente por el primer ministro británico Boris Johnson como "un punto de inflexión para la humanidad". Está por ver si palabras como estas se transforman definitivamente en acciones.