MOSCÚ, 22 nov - Bielorrusia no quiere un enfrentamiento con Polonia, pero sí quiere una respuesta de la Unión Europea sobre si el bloque aceptará a 2.000 inmigrantes estancados en la frontera bielorrusa, según declaró el lunes el presidente Alexander Lukashenko a la agencia oficial de noticias Belta.
La Unión Europea acusa a Bielorrusia de trasladar a miles de personas de Oriente Medio y empujarlas a cruzar a la UE a través de Polonia, Lituania y Letonia en respuesta a las sanciones europeas impuestas. Minsk niega haber instigado la crisis.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, advirtió el domingo que la crisis migratoria en la frontera con Bielorrusia puede ser el preludio de "algo mucho peor", y la guardia fronteriza polaca dijo que las fuerzas bielorrusas seguían transportando inmigrantes a la frontera.
Lukashenko, citado por la empresa estatal Belta, dijo que no quería que la situación se agravara.
"Tenemos que llegar a los polacos, a todos los polacos, y mostrarles que no somos bárbaros, que no queremos confrontación. No la necesitamos. Porque entendemos que si vamos demasiado lejos, la guerra es inevitable", dijo.
"Y eso sería una catástrofe. Lo entendemos perfectamente. No queremos ningún tipo de detonante".
Lukashenko también dijo que insistió en que Alemania acogiera a algunos inmigrantes y se quejó de que la UE no mantuviera contacto con Minsk para tratar el tema.