Washington está dispuesto a acoger hasta 100.000 ucranianos con un permiso humanitario especial por la guerra
Huyen de lo mismo, pero no reciben el mismo trato. Los migrantes latinos que intentan entrar en Estados Unidos ven ahora cómo los refugiados ucranianos les adelantan mientras ellos siguen bloqueados en la frontera de México.
Washington está dispuesto a acoger hasta 100.000 ucranianos con un permiso humanitario especial por la guerra, y cientos de ellos han llegado ya a la ciudad fronteriza de Tijuana, en México. Están siendo alojados en una instalación deportiva mientras esperan la tramitación de sus solicitudes.
Anastacia, de 15 años, ha llegado hasta allí con su familia. Dice que espera poder tener "una vida tranquila, y estudiar. Estoy terminando noveno grado, y necesito ir a la universidad. Y creo que entraré en la universidad y me irá bien", dice.
Su espera en la frontera es de solo dos o tres días y tienen una entrada exclusiva para acceder a Estados Unidos.
Mientras tanto, en un refugio sin ánimo de lucro de la Zona Norte de Tijuana, los migrantes latinoamericanos que huyen de la violencia en su país se sienten olvidados.
Denuncian que hay refugiados de primera y de segunda clase. "Nosotros también venimos huyendo, es diferente de lo que estamos huyendo, pero también es una guerra, contra las pandillas", cuenta una madre hondureña.
Como ella, miles de latinoamericanos buscan una oportunidad para sus familias. Una oportunidad que esperan en condiciones mucho más precarias que los refugiados ucranianos, entre tiendas de campaña y, con suerte, viviendo de la caridad.