El país nórdico es actualmente socio de la OTAN por lo que no puede invocar el artículo 5 de la Alianza en caso de agresión. Comparte la frontera más larga de la Unión Europea con Rusia.
Los 200 miembros del Eduskunta, el parlamento finlandés, inician el debate sobre la adhesión a la OTAN con sólo 12 miembros en contra.
El gobernante Partido Socialdemócrata, históricamente reacio a entrar en la OTAN, reconoce que la situacion ha cambiado sin llegar a recomendar formalmente la adhesión. Así lo dijo su portavoz parlamentario Antti Lindtman:
"Cabe destacar que las acciones de Rusia han acercado a Finlandia a la necesidad de una alianza militar".
En la calle el viento también ha cambiado de dirección desde la invasión rusa de Ucrania.
Hannu Liskinen, de 73 años, es comerciante de mercadillos:
"Hemos estado relativamente seguros hasta ahora, pero soy de la opinión de que deberíamos haber entrado en la OTAN en los años 60, ya que tenemos la frontera más larga de Europa con Rusia".
Sofia Lindblom, una joven de 24 residente en Helsinki dice:
"Antes estaba en contra de entrar en la OTAN, pero debido a esta situación ahora estoy más a favor".
Aunque rompió con su estricta neutralidad al final de la Guerra Fría y entró en la Unión Europea en 1995, el país nórdico es hoy sólo un socio de la OTAN.