Ucrania y Rusia confirman haber llegado a un acuerdo para evacuar de la ciudad asediada a los civiles atrapados.
Se intensifican los combates en la ciudad de Mariúpol, donde las escasas fuerzas ucranianas, haciendo caso omiso a los ultimátums rusos, resisten a duras penas la ofensiva enemiga, conscientes de que el fin podría estar muy cerca.
Desde la planta de Azovstal, el Comandante de la 36ª Brigada de Marines de Ucrania Este, Serhiy Volyna, hacía un llamamiento desesperado:
"Este es nuestro llamamiento al mundo", decía Volyna. "Podría ser el último llamamiento de nuestras vidas. Tal vez estemos ante nuestros últimos días, si no horas. El enemigo nos supera en número 10 a 1. Tienen ventaja en el aire, en artillería, en sus fuerzas terrestres, en el equipamiento y en los tanques".
Se anuncia un corredor humanitario
Volyna confirmaba que actualmente "sólo estamos defendiendo un objetivo, la planta de Azovstal, donde además de personal militar, también hay civiles que han sido víctimas de esta guerra. Apelamos y suplicamos a todos los líderes mundiales que nos ayuden. Les pedimos que utilicen el procedimiento de extracción y nos lleven al territorio de un tercer estado. Todos nosotros, el batallón militar de Mariupol, más de 500 combatientes heridos, y cientos de civiles, incluyendo mujeres y niños, rogamos que nos lleven a un lugar seguro en el territorio de un tercer estado, gracias".
El llamamiento coincide con el anuncio desde ambos bandos de un acuerdo para abrir un corredor humanitario que permita salir de la ciudad asediada a todos los civiles. Se piensa que al menos 1000 de los 100.000 que aún permanecerían en la ciudad estarían refugiados junto a los militares en la planta de Azovstal.