Isabel II recibe el último adiós en la Abadía de Westminster donde se han reunido mandatarios de todo el mundo.
El cortejo fúnebre con los restos de la reina Isabel II de Inglaterra ha partido desde la sede del Parlamento rumbo a la abadía de Wesminster, donde tendrá lugar un funeral de Estado con unos 2.000 invitados, entre ellos medio millar de líderes internacionales.
El féretro, cubierto por el estandarte real y con la corona imperial, avanza sobre el mismo carro de armas que ya transportó los restos de su padre, Jorge VI, y de otros antiguos monarcas y dirigentes como el primer ministro Winston Churchill. Junto al carro avanzan 142 miembros de la Marina Real.
Detrás, al igual que ocurriese en cortejos anteriores, acompañan a pie el ataúd el rey Carlos III y otros miembros de la familia real, incluido el príncipe Guillermo, primero en la línea de sucesión al trono.