La preocupación es máxima, porque tanto Seúl como Washington creen que el régimen norcoreano ultima los ensayos, para una séptima detonación nuclear subterránea en el centro de pruebas de Punggye-ri, al noreste del país.
Crece la indignación entre los países de la región, tras el cuarto ensayo con misiles balísticos de Corea del Norte en aguas del mar de Japón. Lanzamientos que llegan tras la reciente visita de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris a Corea del Sur, y las maniobras militares navales conjuntas que Washington, Seúl y Tokio realizaron el viernes en la zona.
El viceministro japonés de Defensa, Toshiro Ino, denuncia la amenaza que suponen los lanzamientos norcoreanos.
"Incluyendo una provocación y una escalada unilateral en los lanzamientos, como el lanzamiento de misiles balísticos cuatro veces en una rápida sucesión sólo durante la semana pasada. Las acciones norcoreanas amenazan la paz y la seguridad no únicamente de Japón sino también de la región y de la comunidad internacional, algo absolutamente inaceptable", ha dicho Ino.
Según fuentes del Estado Mayor Conjunto surcoreano, los lanzamientos han tenido lugar a primeras horas de este sábado, desde Sunan, en las cercanías de Pionyang, y han caído al mar tras recorrer 350 kilómetros.
La preocupación es máxima porque tanto Seúl como Washington creen que el régimen norcoreano ultima los ensayos para una séptima detonación nuclear subterránea, en el centro de pruebas de Punggye-ri, al noreste del país.