Durante sus cinco años y medio en el cargo, han sido reconocidas ciertas de sus actuaciones como la que tuvo tras los atentados de Christchurch de 2019. Sin embargo, el COVID-19 y la subida del coste de vida han disminuido la popularidad de su partido.
Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda ha dimitido este jueves de manera inesperada, por motivos familiares y reconociendo que no tiene "energía" para presentarse a la reelección del próximo octubre.
La laborista llegó al poder en 2017, cuando tenía 37 años conviertiéndose en la dirigente más joven del mundo.
Durante sus cinco años y medio en el cargo, han sido reconocidas ciertas de sus actuaciones como la que tuvo tras los atentados de Christchurch de 2019, en el que fueron asesinadas 51 personas en dos mezquitas y que fue considerado el peor atentado terrorista de la historia del país.
Sin embargo, la pandemia de COVID-19, la subida del coste de vida y la posible recesión en 2023 han hecho caer la popularidad de su partido. Lo que deja opiniones muy diversas sobre su mandato.
"Ella ha tenido un viaje bastante duro, ha sido desalentador tener que controlar la epidemia de Covid-19 además de los ataques terroristas en Christchurch", aportó Peter, ciudadano neocelandés de mediana edad.
Durante su mandato, Ardern se ha carcaterizado por su manera de hacer política, "amable y fuerte" como ella mismo ha señalado.
En 2018, se presentó en la Asamblea General de la OU con su hija de tres meses, convirtiéndose en un referente del feminismo en la política mundial.