La guerra también está afectando a las infraestructuras hídricas de Járkov. Los ataques rusos han dañado el suministro de agua, provocando inundaciones en algunos hogares.
PUBLICIDADGuerra, destrucción... y ahora también, inundaciones. Unos doscientos habitantes de Kramatorsk, en el este de Ucrania, sufren las consecuencias de la rotura de la compuerta del aliviadero de una de las presas de la ciudad. El agua inundó decenas de viviendas, llevándose consigo todo lo que encontró a su paso.
"La lavadora se cayó y quedó cubierta de barro", cuenta Tetiana, ciudadana de Kramatorsk. "Hay barro por todas partes: electrodomésticos, muebles, ropa... Suciedad por todas partes. No puedo decir cuánta. El coche de mi marido, el de mi abuelo, la valla. Todo".
Se sabe también que al menos una veintena de personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares y alojadas temporalmente en una escuela.
"Por supuesto, estamos preocupados", confiesa Nadiia Bereza, una de esas personas desalojadas. "Ahora dicen que el agua ha bajado. Queremos volver a casa. Está todo en casa, y había mucha agua. Todo flotaba. Tengo animales, y estoy preocupada por ellos".
La guerra también está afectando a las infraestructuras hídricas de Járkov. Los ataques rusos han dañado el suministro de agua, provocando inundaciones en algunos hogares. Además, el sistema de drenaje local también fue destruido por los bombardeos, impidiendo a algunos residentes refugiarse en los sótanos cuando se producen los ataques.
La región de Járkov, al noreste de Ucrania, volvía a ser noticia hace escasas semanas después de que el Ejército ucraniano ordenara la evacuación obligatoria de varias localidades del distrito de Kupianks, ciudad perteneciente a este óblast. La región vuelve a ser escenario de reiterados ataques por parte de las fuerzas rusas.