El ataque, que podría haber dejado decenas de niños muertos, ha sido condenado por la Unión Europea, Estados Unidos y la ONU.
Condena internacional, incluyendo a Unión Europea, Estados Unidos y la ONU, por el bombardeo del Éjercito birmano contra un acto del opositor Gobierno de Unidad Nacional.
Se estima que el ataque dejó más de 100 fallecidos, entre ellos decenas de niños.
El bombardeo tuvo lugar el martes durante la inauguración de una oficina en el bastión rebelde Pazigyi, en Sagaing, del Gobierno de Unidad Nacional, que se declara la autoridad legítima del país tras el golpe de estado que puso en el poder a la actual Junta Militar.
Un portavoz del GUN confirmó la muerte de al menos 50 personas, mientras diferentes medios locales consideran que pueden haber muerto más de un centenar, entre ellas decenas de niños y mujeres, pues se estima que hasta 150 personas pudieron acudir al evento, en el que se servía comida para los vecinos de la localidad.
Según el mismo portavoz, los cazas volvieron a bombardear el poblado cuando voluntarios buscaban supervivientes entre los escombros y retiraban los cuerpos sin vida.